Los Primeros Brujos Caroreños

         A escasos años de estar Carora fundada pon Don Juan del Thejo llegó a esta ciudad una mujer que se distinguió  por ser gran cocinera y por practicar la brujería con notorios resultados. Se llamaba Juana Torralba y era conocida entre los principales como La Torralba. Al Perú llegó, procedente de España donde ya conocía sus dos principales oficios, y pronto la veremos embarcarse en la primera campaña libertaria de América: La Peregrinación del atrevido Capitán  Lópe de Aguirre. Fue cocinera de este  soldado español, el primero en rebelarse contra la autoridad española. Cuando es sofocada la rebelión de El Tirano Aguirre sus  seguidores sufren persecuciones y buscan “asilo” en las ciudades vecinas a Barquisimeto. Alrededor de 1570 encontramos a La Torralba al servicio del matrimonio Aviles-Hinojosa donde además de cocinera, practica la brujería por solicitud de Doña Inés de Hinojosa.

       Es esa la primera noticia que en Carora se tiene acerca de la brujería. De manera pues que a pesar de la persecución  y vigilancia que sobre la brujería ejercía la Santa Inquisición ya en los propios inicios de la vida de nuestra ciudad se practicaba la brujería. Ello en buena medida explica la cultura espiritista que aún pervive en la Carora del siglo XXI.

       Muchas vainas debieron haber echado los brujos de Carora desde los inicios con La Torralba hasta el año de 1664 año en que estalla un pleito por la muerte de Juan de Antillán, hechicero africano. Se acusa en este caso al cura doctrinero Salvador Leal de Villalobos.

       En la primera  mitad de  la década de 1560 vivió en estas tierras caroreñas un muy corpulento negro bozabide que practicaba la hechicería para gran temor y asombro de los buenos cristianos. Se llamaba Juan de Antillán de la Doctrina de San José de Siquisique (perteneciente a la jurisdicción de Carora) las autoridades religiosas, particularmente el Alcalde de la fraternidad inquisitorial, le acusaban de practicar la hechicería, ser matador con hierbas y  de enseñar a los indios  muchas hechicerías. En uno de los pleitos en que se le acusó algunos indios cristianizados testificaron en su contra y afirmaron ser testigo de la muerte con un bebedizo de sangre de gallo negro degollado y de hierbas a una pareja de indios.

   Cuando el cura doctrinero, Juan Leal de Villalobos, quiso prenderlo por primera vez no contó con la ayuda de negros ni indios por temor a los maleficios que el negro Antillan pudiera imponerles. Finalmente, el 29 de julio de 1664, Juan de Antillan es apresado. Desde la celda le pidió a su guardia, un indio, le consiguiera algunas hierbas que crecía en la orilla del río. Las masticó y al poco tiempo murió.   Se envenenó, según una versión, porque no soportaba el encerramiento. Esta fue la versión que finalmente “vendieron” las autoridades locales, pero algunos negros siguieron creyendo que había muerto a consecuencia de los azotes propinados por sus captores. Las autoridades religiosas incluso alegaron que tal hechicero se podía hacer inmune a los golpes del castigo; pues no le salían moretones, ni nada que diera muestra de golpes.

    Por la muerte de este negro que “mataba con hierbas” fue acusado, por el cura Pedro Quebradas, el doctrinero Salvador Leal de Villalobos; se abrió pleito judicial hasta que finalmente, el 02 de septiembre de 1665, interviene el entonces obispo de Venezuela y Caracas, Don Francisco Alonso  Briceño y absuelve a tal Salvador Leal de Villalobos.

    A medida que se va consolidando la sociedad colonial venezolana se van perfilando las distintas  prácticas  espirituales venidas de África, y refractadas en suelo americano, hasta  lograr  todo un complejo sistema de ritos estructurados por cortes. ¡Hasta una corte malandra se venera en los portales venezolanos¡

       En Carora, hasta no hace mucho tiempo los brujos, hechiceros y yerbateros tenían su especialización. Así entonces había brujos y/o yerbateros “expertos” en hacer parir a las mujeres “estériles”; para ello aplicaban todo, absolutamente todo, lo que  estuviera a su alcance. Muchas parejas de caroreños deben su descendencia  a los trabajos y bebedizos del desaparecido Roso Pérez. Diego Sierralta aún prepara un bebedizo para eso. Tuvimos brujos especialistas en montar y desmortar  seretones, como M. Amaro y E. Brito; otros se distinguían por sus trabajos para hacer regresar a los amantes rebeldes; incluso en El Torrellas hay unas que lo hacen regresar aunque el marido se haya ido con una Chica Polar. Los había quienes hacían aparecer los objetos desaparecidos como Don G. García.

      La mayoría de brujos y hechiceros se aventuran a predecir el futuro de sus clientes a través de la lectura de las cartas, del tabaco, de las manos y hasta del café. La viejita Pola, de Puente Torres, por ejemplo, es altamente conocida por quitarle la pava  y las malas influencias a los carros, nuevos y usados. Gilmer Graterol no cree en ella, por falta de fe.  Para quitar los cadillos y orzuelos los caroreños acudían a los servicios espirituales de Don L. Gaona.

         Hasta 1970, Carora contó con uno de los centros de espejismo más prestigiosos y visitados del occidente del país: La Mansión Negra, regentado por el polémico Pablo Valles, El Camión.  Toda esa cultura espiritista que impregna a nuestra ciudad tuvo sus pioneros en la marañota Juana Torralba y en el bozavide Juan de Antillán.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Orlando Gusto en saludarte. Me llama mucho la atención todo lo que rodea la mansión negra. Soy un intento de escritor de ficción caroreño y quiero comenzar una serie de relatos, digamos de terror, usando lugares reales de Venezuela y por supuesto quiero hacerle honor a la treinta primero.

Nose si tienes mayor información al respecto a alguna anécdota que pueda servir para inventar algún relato.

Saludos

Daniel

Ernesto rodriguez dijo...

Hola Orlando Gusto en saludarte, me gustaria tener mas informacion sobre la mansion negra en internet no consigo nada, me gustaria ya que hace muchos años atras conoci de forma casual a una muchacha que decia ser nieta de quien construyo la mansion negra y me relataba historias asombrosas de lo que alli sucedia, junto a ella pase anecdotas inexplicables que me hicieron pensar que era cierto lo que decia, a esta muchacha le perdi la pista hace mucho y quisiera informacion para tratar de corroborar que tan ciertas pudieron haber sido estas historias atentatemente y esperando pronta respuesta Ernesto Rodriguez

Unknown dijo...

saludos pero el nombre es PABLO OVALLES

Unknown dijo...

conoci la mansion negra personalmente, un lugar aterrador y demasiado misterioso, paredes con figuras extrañas dibujos de sacrificios, tuneles pasadizos ocultos, etc..se como llegar cualquier informacion me escriben a mi correo angelchavier@hotmail.com

maybe dijo...

Saludos, no se si aun te interese esa información, yo también visite el lugar 2 veces, muchas experiencias extrañas y conocí un señor que decía haber trabajado ahí, si te interesa Maybes46@gmail.com

ernesto dijo...

saludos maybe si aun me interesa saber sobre eso este es mi correo INVEROSA@gmail.com

Unknown dijo...

Hola quisiera saber sí alguien tiene información de los niños que estuvieron secuestrado en esa mansión agradecida de antemano